Álvaro Mutis Jaramillo.
Nací en Bogotá el 25
de agosto de 1923, día de San Luís Rey de Francia. No descarto la influencia de
mi santo patrono en mi devoción por la monarquía. Hice mis primeros estudios en
Bruselas. Regresé a Colombia y por períodos que, primero, fueron los de
vacaciones y, luego, se extendieron más y más, viví en una finca de café y caña
de azúcar que había fundado mi abuelo materno. Se llama «Coello» y se encuentra
en las estribaciones de la Cordillera Central. Todo lo que he escrito está
destinado a celebrar, a perpetuar ese rincón de la tierra caliente del que
emana la sustancia misma de mis sueños, mis nostalgias, mis terrores y mis
dichas. No hay una sola línea de mi obra que no esté referida, en forma secreta
o explícita, al mundo sin límites que es para mí ese rincón de la región del
Tolima, en Colombia. En un último intento para lograr el diploma de Bachiller,
me matriculé en el Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario, en Bogotá. Mi
profesor de Literatura Española fue el notable poeta colombiano Eduardo
Carranza y a dos cuadras del Colegio estaban los billares del Café Europa y los
del Café París. Las clases de Carranza fueron para mí una inolvidable y
fervorosa iniciación a la poesía. El billar y la poesía pudieron más y nunca
alcancé el mirífico título compañía de Carlos Patiño, alternando mis poemas con
los suyos, publicamos un pequeño cuaderno titulado La balanza, que repartimos
nosotros mismos entre algunos libreros amigos el 8 de abril de 1948. El día
siguiente, nuestra obra se agotó por incineración. El 9 de abril fue la fecha
del «Bogotazo», cuando ardió el centro de la ciudad por obra de los enardecidos
partidarios del candidato presidencial Jorge Eliécer Gaitán, asesinado ese día
en la capital. En 1953 tras publicar algunos poemas, el primero en La Razón por
obra de Alberto Zalamea y otros más en el Suplemento Dominical de El Espectador
gracias a Eduardo Zalamea Borda, apareció en la colección Poetas de España y
América de Losada, que dirigían Rafael Alberti y Guillermo de Torre en Buenos
Aires, mi libro de poemas Los elementos del desastre. En 1956 viajé a México,
donde resido hoy. Octavio Paz, quien había escrito algunos elogiosos
comentarios sobre mi poesía, me abrió las puertas de suplementos y revistas
literarias. El mismo Paz me presentó, en un generoso ensayo suyo sobre mi libro
Reseña de los hospitales de ultramar, editado en 1958 como suplemento al número
56 de la revista Mito que dirigía en Colombia Jorge Gaitán Durán.En 1959 sale
Diario de Lecumberri, editado por la Universidad Veracruzana en su colección
Ficción. En 1964, Ediciones Era publica, también en México, el libro de poemas,
escritos todos en este país, Los trabajos perdidos. En 1973 aparecen,
simultáneamente, Summa de Maqroll el Gaviero, que recoge toda mi poesía hasta
esa fecha, en Barral Editores de Barcelona, y La mansión de Araucaíma en
Sudamericana de Buenos Aires, en donde se reúnen todos mis relatos.En 1978,
Seix Barral de Barcelona hizo una nueva edición de este libro aumentado con El
último rostro.En 1982, el Fondo de Cultura Económica de México edita el libro
de poemas Caravansary en la colección Tierra Firme. En 1984 la misma editora
publica en esa colección el libro, también de poesía, Los emisarios y en 1985,
Cátedra de Madrid edita Crónica regia y Alabanza del reino, poemas dedicados al
Rey don Felipe II, su familia y su corte. En estas últimas obras exploro, no
sin dificultades, titubeos y ráfagas de duda, una nueva manera de contar lo
mismo, lo de siempre, lo único ya para mí contable: los fantasmas que, desde
mis ávidas y desordenadas lecturas de adolescente en «Coello», me visitan con
asiduidad inflexible. Fantasmas nacidos en buena parte en rincones de la
historia de Occidente y en la dorada decadencia de Bizancio, envueltos,
siempre, por el tibio vaho de los cafetales. En 1987 y dentro del mismo
propósito de rescate de vastas zonas del pasado, publico Un homenaje y Siete
nocturnos, que aparece en las ediciones de El Equilibrista en México y en
Pamiela de Pamplona. Resuelvo, entonces, intentar en el campo del relato una
prolongación de algunas prosas dedicadas a Maqroll el Gaviero, personaje que,
desde mis primeros poemas, me visita esporádicamente. De este ensayo nace Empresas y tribulaciones de Maqroll el
Gaviero, que incluye las siguientes novelas: La Nieve del Almirante, Ilona llega con la lluvia, Un bel morir, La
última escala del Tramp Steamer, Amirbar, Abdul Bashur, soñador de navíos y
Tríptico de mar y tierra. Después de ser publicadas en forma independiente,
tanto en España como en América Latina, se reúnen en dos volúmenes (Siruela
1993) y en un volumen (Alfaguara 1995). El Fondo de Cultura Económica de México
edita en 1988 cuentos y ensayos bajo el título La muerte del estratega. El mismo editor, con el título Summa de Maqroll el Gaviero, publica en
1990 mi poesía escrita hasta esa fecha. Esta obra es editada por Visor, en
España, en 1992. En 1999, Seix Barral publica en Colombia De lectores y algo del mundo (1943-1998). De la obra en prosa hay
traducciones al inglés, francés, alemán, italiano, portugués, danés, sueco,
polaco, griego, holandés y turco. De la poesía existen, en versión completa,
traducciones al francés, italiano y rumano y en antologías hay versiones en
chino, ruso, inglés, griego y alemán. Nunca he participado en política, no he
votado jamás y el último hecho que en verdad me preocupa en el campo de la
política y que me concierne y atañe en forma plena y sincera, es la caída de
Constantinopla en manos de los turcos el 29 de mayo de 1453. Sin dejar de
reconocer que no me repongo todavía del viaje a Canossa del Emperador sálico
Enrique IV, en enero del año 1077, para rendir pleitesía al soberbio Pontífice
Gregorio VII. Viaje de tan funestas consecuencias para el Occidente Cristiano.
Por ende, soy gibelino, monárquico y legitimista…
Algunos de sus
premios:
·
Premio Nacional de Letras de Colombia,
1974.
·
Premio Nacional de Poesía de Colombia,
1983.
·
Premio de la Crítica Los Abriles, 1985.
·
En 1988 recibió en México el premio Javier
Villa Urrutia por sus novelas La última escala del Tramp Steamer e Illona llega
con la lluvia.
·
El 28 de noviembre de 1989 recibió el premio
Médicis a la mejor novela extranjera en Francia por su obra “La nieve del
almirante”.
·
En 1993 premio Roger Caillois, en Reims por
el conjunto de su obra.
·
El 25 de abril de 1997 obtiene el Premio
Príncipe de Asturias de las Letras por «la originalidad y compromiso
intelectual de su obra poética y narrativa».
·
El 3 de junio de 1997, gana la VI edición del
Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana.
·
ESPAÑA - PREMIO CERVANTES DE LITERATURA Bogotá
23 de abril de 2001. …Cuando Miguel de
Cervantes imaginó El Quijote, en 1598, recuerda el diario, el escritor estaba
preso en la cárcel de Sevilla «por malversación de dineros públicos» y cuando
Álvaro Mutis imagina las aventuras de Maqroll el Gaviero, en 1956, estaba
«preso en la cárcel mexicana de Lecumberri por malversación de dineros
privados».Más de cuatro siglos después, «la vida, que es la mejor novelista,
reúne a los dos en una ocasión especial».
(Documentación
Presidencia de la República de Colombia)
Poesía
·
“La Balanza”, Talleres Prag, Bogotá,
1948 (en colaboración con Carlos Patiño Roselli)
·
“Los elementos del desastre”, Losada, Buenos
Aires, 1953.
·
“Reseñas de los hospitales de Ultramar”,
Separata revista «Mito», Bogotá, 1955.
·
“Los trabajos perdidos”, Era, Ciudad de
México, 1965.
·
“Summa de Maqroll el Gaviero”, Barral
Editores, Barcelona, 1973.
·
“Caravansary”, FCE, Ciudad de México, 1981.
·
“Los emisarios”, FCE, Ciudad de México, 1984.
·
“Crónica regia y alabanza del reino”,
Cátedra, Madrid, 1985.
·
“Un homenaje y siete nocturnos”, El
Equilibrista, Ciudad de México, 1986.
Narrativa
·
“Diario de Lecumberri”, Universidad
Veracruzana, 1960.
·
“La mansión de Araucaníma”, Sudamericana,
1973.
·
“La verdadera historia del flautista de
Hammelin”, Ediciones Penélope, 1982.
·
“La nieve del Almirante”, 1986.
·
“Ilona llega con la lluvia”, Oveja Negra,
1988.
·
“Un bel morir”, Oveja Negra; Mondadori, 1989.
·
“La última escala del Tramp Steamer”, El
Equilibrista, Ciudad de México, 1989.
·
“La muerte del estratega”, FCE, Ciudad de
México, 1990.
·
“Amirbar”, Norma; Siruela, 1990.
·
“Abdul Bashur, soñador de navíos”, Norma;
Siruela, 1991.
·
“Tríptico de mar y tierra”, Norma, 1993.
Ensayo
·
“Contextos para Maqroll”, Igitur-Cilcultura,
1997.
·
“De lecturas y algo del mundo”, Seix Barral,
1999.
·
“Caminos y encuentros de Maqroll el Gaviero”,
Editorial Áltera, 2001.
Poemas:
Como
espadas en desorden
Mínimo
Homenaje a Stéphane Mallarmé
Como
espadas en desorden
la
luz recorre los campos.
Islas
de sombra se desvanecen
e
intentan, en vano, sobrevivir más lejos.
Allí,
de nuevo, las alcanza el fulgor
del
mediodía que ordena sus huestes
y
establece sus dominios.
El
hombre nada sabe de estos callados combates.
Su
vocación de penumbra, su costumbre de olvido,
sus
hábitos, en fin, y sus lacerías,
le
niegan el goce de esa fiesta imprevista
que
sucede por caprichoso designio
de
quienes, en lo alto, lanzan los mudos dados
cuya
cifra jamás conoceremos.
Los
sabios, entretanto, predican la conformidad.
Sólo
los dioses saben que esta virtud incierta
es
otro vano intento de abolir el azar.
De
«Poemas dispersos»
Ciudad
Un
llanto
un
llanto de mujer
interminable,
sosegado,
casi
tranquilo.
En
la noche, un llanto de mujer me ha despertado.
Primero
un ruido de cerradura,
después
unos pies que vacilan
y
luego, de pronto, el llanto.
Suspiros
intermitentes
como
caídos de un agua interior,
densa,
imperiosa,
inagotable,
como
esclusa que acumula y libera sus aguas
o
como hélice secreta
que
detiene y reanuda su trabajo
trasegando
el blanco tiempo de la noche.
Toda
la ciudad se ha ido llenando de este llanto,
hasta
los solares donde se amontonan las basuras,
bajo
las cúpulas de los hospitales,
sobre
las terrazas del verano,
en
las discretas celdas de la prostitución,
en
los papeles que se deslizan por solitarias avenidas,
con
el tibio vaho de ciertas cocinas militares,
en
las medallas que reposan en joyeros de teca,
un
llanto de mujer que ha llorado largamente
en
el cuarto vecino,
por
todos los que cavan su tumba en el sueño,
por
los que vigilan la mina del tiempo,
por
mí que lo escucho
sin
conocer otra cosa
que
su frágil rodar por la intemperie
persiguiendo
las calladas arenas del alba.
De «Los trabajos
perdidos»
Ocaso
Al Poeta que "Se nego a visitar Cuba mientras durara la Dictadura de los Castros"; se le entrvistó en la Emisora Local "Caracol Radio". El Escritor se mostró feliz por haber arribado a los 90 años, y por los homenajes de sus amigos a su obra.
-"Me siento mejor, ahí vamos"- -dijo- refiriendose a su salud.
Hoy lunes 23 de septiembre, el escritor colombiano Álvaro Mutis, de 90 años, (25 de agosto), residente en México hace más de medio siglo, ha fallecido esta noche en la Capital del País. El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes de México (Conaculta) ha confirmado que la muerte se produjo a las 16:20 hora local (21:20 GMT) en el Instituto Nacional de Cardiología.
Mutis. Considerado como uno de los grandes poetas latinoamericanos y uno de los mejores narradores de su generación, fue un exepcional exponente del "Realismo Mágico". Creador de la "Saga novelesca de Magroll el Gaviero, Álvaro Mutis creó una extensa obre poética caracterizada por la exuberancia, la torrencialidad y la vegetación sensual y feraz.
Mario Artigas C.
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