Pedro Aguirre Cerda no sólo tiene una comuna en Santiago con su nombre y es el autor de la célebre frase "Gobernar es Educar". El ex Presidente Pedro Aguirre Cerda que gobernó entre 1938 y 1941, dio inicio a la era del Frente Popular en nuestro país, a través de la Ley de Instrucción Primaria y de la construcción de miles de escuelas, dio a los niños de todos los sectores el acceso a las aulas. En concordancia con el acelerado desarrollo industrial del país, impulsó la formación técnico profesional. Abrió las puertas a los inmigrantes españoles del Winnipeg, promovió la creación del Premio Nacional de Literatura, Ley n.º 7.368 durante la Presidencia de Juan Antonio Ríos el 8 de noviembre de 1942, y levantó la candidatura de Gabriela Mistral al Premio Nobel. Luchó por los más necesitados, con la fiel colaboración de su esposa "Misia Juanita", y fue llamado por el pueblo "el Presidente de los pobres". Todo en sólo 3 años de gobierno. Humilde y brillante profesor de castellano nacido cerca de Los Andes: un visionario modernizador de nuestra sociedad, que marcó un antes y un después en la educación en Chile.
Gabriela Mistral y el Partido Radical
Lucía Godoy Alcayaga el 11 de agosto de 1904, colabora en el periódico «El Coquimbo», Periódico Radical de La Serena Nº 3951. Con la prosa “El Perdón De Una Víctima”. Para ese entonces, también circulaba en la región un periódico titulado «La Voz del Elqui», Interdiario Radical i de Avisos. También del Partido Radical. Lucila Godoy Alcayaga publica el 23 de marzo de 1905, Nº 894, “Ecos”, Para La Voz de Elqui, en la Sección Literaria. En éstos dos Periódicos del Partido Radical, en la Sección Literaria publicó varios de sus primeros trabajos en Poesía y en Prosa. Así lo hizo también en el periódico «La Reforma».
Pedro Aguirre Cerda realizó sus estudios en la escuela pública de Pocuro y de Calle Larga, terminó sus humanidades en el Liceo de San Felipe. En Santiago continuó su formación ingresando al Instituto Pedagógico, donde obtuvo el título de profesor en 1900. Posteriormente ingresó a estudiar Derecho en la Universidad de Chile mientras ejercía como profesor en una escuela nocturna de la capital. Recibió su título de abogado en 1904. Su memoria de Derecho la hizo en "La Instrucción Secundaria en Chile", posteriormente, en 1910 viajó a Francia a especializarse en Derecho Administrativo y Financiero en la Universidad de la Sorbona.
En el mismo año que Gabriela Mistral viaja a convalidar sus conocimientos a la Escuela Normal N° 1 de Santiago (nocturno), y obtener el título oficial de Profesora de Estado. Su profesor don Pedro Aguirre Cerda interviene oportunamente, y en justicia recibe su merecido título. Título con el cual pudo ejercer la docencia en el nivel secundario. Este hecho le costó la rivalidad de sus colegas, ya que este título lo recibe mediante convalidación de sus conocimientos y experiencia, sin haber concurrido al Instituto Pedagógico de la Universidad de Chile como una alumna regular.
Poco después de recibir el título Gabriela Mistral, fue nombrada maestra en una escuela rural de Santiago, (Barrancas). En mayo de 1912 fue trasladada al Liceo de Los Andes a dictar clases de geografía, historia y de castellano. Estableció una buena amistad con la Directora doña Fidelia Valdés Pereira, don Pedro Aguirre Cerda y su esposa doña Misiá Juanita. Gabriela diría después en una entrevista: -esos años fueron de gran paz y sosiego. Se debe señalar también que estando en esa ciudad, en su inquietud de saber, ingresó a una Logia Teosófica llamada «Destellos». Pedro Aguirre Cerda en 1914 vuelve a Chile de Francia y de inmediato se desempeñó como profesor en el Instituto Nacional, siendo posteriormente elegido presidente de la Sociedad Nacional de Profesores. A pesar de provenir de una familia católica practicante, a los 27 años ingresó a la Logia Masónica, que además era el lugar de encuentro entre los políticos laicos.
Mientras tanto Gabriela mistral el 12 de diciembre de 1914 fue galardonada con el primer premio en el concurso nacional de literatura Juegos Florales en Santiago, por “Sonetos de la Muerte”. Desde entonces utilizó el pseudónimo literario Gabriela Mistral en casi todos sus escritos, en homenaje a dos de sus poetas favoritos, Gabriele D'Annunzio y Frédéric Mistral.
En las elecciones parlamentarias de 1915, Aguirre Cerda resultó electo diputado por el período comprendido entre 1915 y 1918, en representación de la provincia de San Felipe, Putaendo y Los Andes, lugar de residencia en esos años de Gabriela Mistral.
Pedro Aguirre Cerda se mantuvo alejado de sus labores de maestro dedicándole todo su tiempo a sus compromisos políticos y, en 1918 fue elegido de nuevo, pero ahora por Santiago. Se consideró un excelente Parlamentario, tal es así que resultó electo el año 1921, Senador por Concepción.
En 1918 Pedro Aguirre Cerda vuelve a intervenir a favor de Gabriela Mistral y por medio de un decreto se nombra directora del liceo de niñas de Punta Arenas. La labor que desarrolla al frente de su nuevo cargo es importantísima: establece la escuela nocturna para personas adultas que no han podido estudiar, favorece la creación de bibliotecas, dicta conferencias, etc. En este lugar, distante y desolado, se reencuentra una vez más, con la maravillosa naturaleza del país austral, lo que le permite escribir «Paisajes de la Patagonia», poemas que incluirá dentro de su primer libro: «Miro bajar la nieve como el polvo en la huesa; / miro crecer la niebla como el agonizante, / y por no enloquecer no cuento los instantes, / porque la noche larga ahora tan sólo empieza».El Ministro de Justicia e Instrucción Pública, don Pedro Aguirre Cerda:
Decreto:
Santiago 15 de febrero de 1918
N° 216
Teniendo presente lo dispuesto en Decreto N° 215 de esta misma fecha,
DECRETO:
Nombrase Directora del Liceo de Niñas de Punta Arenas a la Profesora de Castellano del Liceo de Niñas de Los Andes, doña Lucila Godoy.
Autorizase a la nombrada para proponer al Gobierno los cambios en el personal y demás medidas de orden interno que estime convenientes para asegurar la buena marcha del establecimiento.
Tómese razón y comuníquese.
Firma: Juan Luis Sanfuentes
***
El Decreto levantó tempestades, protestas de parte de otros maestros, colegas escritores y políticos de oposición como el Partido Comunista.
En el primer gobierno de Arturo Alessandri en 1920, se nombraron dos ministros radicales: el de Hacienda, Daniel Martner, y el de Interior don Pedro Aguirre Cerda. Desde ese cargo, que desempeñó ocho meses, le correspondió enfrentar el difícil conflicto social de la masacre de San Gregorio en 1921.
En 1924 volvió al gabinete como ministro del Interior, hasta cuando se produjo el "ruido de sables" y el posterior golpe militar; renunció a su cargo de ministro, y viajó durante un año por Europa.
El año 1922 José Vasconcello visita Chile invitado por el Gobierno de turno. Es ahí cuando Pedro Aguirre Cerda le propone a éste ilustre visita de México, a Gabriela Mistral para que apoye su movimiento de reforma educacional.
Entonces Gabriela sale el año 1922 con destino a México, y de inmediato se unió en el plan de la nación para la reforma de las bibliotecas y escuelas, e iniciar un sistema nacional de educación. Asimismo, presentó las bibliotecas móviles a las zonas rurales para que la literatura sea más accesible a los pobres.
Entretanto sus numerosos amigos y admiradores en los Estados Unidos propiciaron la publicación de su primera obra «Desolación», editada en 1922 en Nueva York, con los auspicios del Instituto de las Españas en Nueva York, cuyo Director era Federico de Onis. Cabe señalar que este libro se lo dedica con sentidas palabras a:
En atención a la espléndida labor cultural de Gabriela Mistral desarrollada en el Extranjero, el gobierno de Chile obtuvo del Congreso la dictación de una ley, siendo Diputado el Radical don Gabriel González Videla, promulgada el 24 de septiembre de 1935, que creaba especialmente para la poetisa un cargo permanente de Cónsul de Profesión, siendo así el único funcionario consular que desempeñaba sus tareas en virtud de una ley especial. Acertada medida fue aquélla que significó el justo y merecido reconocimiento de nuestro gobierno a la inmensa labor, de alto prestigio para Chile desarrollada por la insigne poetisa en el extranjero.
Pedro Aguirre Cerda en 1934 logró que se concretara una iniciativa por la cual venía luchando desde hace algún tiempo: la creación de la Facultad de Comercio y Economía Industrial, de la Universidad de Chile, de la cual fue decano dos años después.
El día 5 de septiembre de 1938 un grupo de jóvenes pertenecientes al MNS se apoderó del edificio de la Caja del Seguro Obrero - hoy Ministerio de Justicia- , ubicado al frente del Palacio de La Moneda. En forma paralela, otro grupo se tomó la Casa Central de la Universidad de Chile. La respuesta esperada de un levantamiento militar que no ocurrió, y el intento de golpe de Estado fracasó. El hecho terminó con la masacre de los nazistas y con el reconocimiento por parte de Jorge González Von Mareés, de su responsabilidad, entregándose a la justicia. Carlos Ibáñez también asumió su responsabilidad y desde la cárcel renunció a su candidatura, solicitando a sus partidarios apoyar a Pedro Aguirre Cerda. Los nazistas, furiosos con Alessandri por la masacre de sus compañeros, le entregaron su apoyo.
En ese contexto político, Pedro Aguirre Cerda resultó electo Presidente de la República, con escaso margen de votos: un 50,46 por ciento de las preferencias, frente al 49,53 por ciento de Ross.
Con Pedro Aguirre Cerda, el Frente Popular inició en el país una etapa de tres administraciones sucesivas, en las que el Partido Radical fue dominante dentro de las coaliciones de gobierno, tanto con la izquierda como con los liberales.
Estando Pedro Aguirre Cerda de Presidente, convirtiendo su lema en realidad, “Gobernar es Educar”.
Durante su gobierno, recibió a los refugiados de la Guerra Civil Española, venidos en el barco “Winnipeg” que arribó a Valparaíso el 3 de septiembre de 1939 por iniciativa de Pablo Neruda y les ayudó en su instalación en el país. El Winnipeg arribó a Valparaíso dos días después del inicio de la Segunda Guerra Mundial en Europa (1 de Septiembre de 1939).
Gabriela Mistral solicita a su amigo un traslado concretándose en enero de 1940 y, fue trasladada como Cónsul a Niteroi, Brasil. En 1941, fue nombrada Cónsul General de Chile en Brasil, estableciéndose en Petrópolis, hermoso y pintoresco lugar situado en las montañas, a 75 kilómetros de la capital fluminense.
Su candidatura había sido lanzada varios años antes como contara Gabriela Mistral:
-"Voy a contar cómo surgió", dijo en una entrevista concedida a la United Press.
-"La idea nació de una amiga mía, Ángela Velasco, de Guayaquil. Ésta escribió al extinto Presidente Pedro Aguirre Cerda sobre su idea. El señor Aguirre, que fue compañero mío como profesor y amigo, presentó mi candidatura a Estocolmo".
La campaña se intensificó a partir de 1939, cuando instituciones de toda América se unieron a la iniciativa.
El Presidente Aguirre Cerda impartió instrucciones precisas a su ministro en Francia, Gabriel González Videla. Pero este último tropezó con la dificultad de que la obra de Gabriela no era conocida en Suecia. La propia Gabriela le escribió a González Videla:
-"La Academia sueca no premia a autores que no conoce. Un escritor extranjero, para llegar a los académicos suecos, debe estar traducido al sueco y, a lo menos, al inglés o al francés... El poeta, mi querido Ministro, es la persona literaria menos traducida del mundo en forma de libro...".
Gabriel González Videla de inmediato encargó a Salvador Reyes Figueroa (1), Cónsul chileno en París, que buscara una editorial para publicar una recopilación de poemas de Gabriela traducidos por Matilde Pomás, y un prologuista. Para esta última tarea se eligió a Paul Valéry, quien alcanzó a escribir el prólogo. Pero éste no satisfizo a Gabriela (2), porque no podía darse un sentido más diverso de su poesía que la de Valéry. Ella misma sugirió a Francis de Miomandre como prologuista.
Entretanto, el principal escollo había sido salvado por el escritor Hjalmar Gullberg, quien tradujo al sueco los versos de Gabriela y los publicó y comentó en Estocolmo.
Pero una tragedia se vino encima nublando las almas del mundo; La Segunda Guerra Mundial impidió que se concediera el Nobel por cuatro años. Finalmente Gabriela Mistral fue galardonada en 1945. Era la quinta vez que se le concedía a una mujer y la primera que recaía en América del Sur. Su amigo Pedro Aguirre Cerda no alcanzó a ver su condecoración con el Premio Nobel, falleciendo el 25 de noviembre de 1941, sin poder terminar su periodo presidencial. El vicepresidente convocó a elecciones para febrero de 1942, en las cuales resultó elegido Juan Antonio Ríos.
"Para que la enseñanza pueda cumplir su misión social con toda amplitud es necesario que sea: gratuita, única, obligatoria y laica. Gratuita, a fin de que todos los niños puedan beneficiarse de la cultura, sin otras restricciones que las que se deriven de su propia naturaleza; única, en el sentido de que todas las clases chilenas unifiquen su pensamiento y su acción dentro de las mismas aulas escolares; obligatoria, pues es deber del Estado dar a todos los miembros de la sociedad el mínimo de preparación requerido por la comunidad para la vida cívica y social; laica, con el fin de garantizar la libertad de conciencia y hacer que nada perturbe el espíritu del niño durante el periodo formativo".
1. Salvador Reyes Figueroa
Copiapó 16 de agosto de 1889 - † Santiago de Chile, 27 de febrero de 1970. Premio Nacional de Literatura en 1967. Cursó sus estudios secundarios en la ciudad de Antofagasta, en el Instituto Comercial, iniciándose en la lectura de autores como Emilio Salgari, Alejandro Dumas, Julio Verne, Walter Scott y Sir Arthur Conan Doyle. En 1920 se traslada a Valparaíso, donde conoció al escritor Alberto Rojas Jiménez y participó de la bohemia y la vida nocturna de la ciudad. Dicho periodo quedó reflejado en su novela Valparaíso, puerto de nostalgia. En 1921 viaja a radicarse a Santiago, comenzando a escribir en las revistas Zig-Zag y Hoy, y en algunos periódicos, utilizando el seudónimo Simbad. En 1928 fundó la revista “Letras” junto a Ángel Cruchaga Santa María, Manuel Eduardo Hübner, Luis Enrique Délano y Hernán del Solar. La publicación, según algunos especialistas, reuniría a los mejores poetas y prosistas de su época. En 1939 comenzó su carrera diplomática, al asumir el cargo de cónsul en París durante el gobierno de Pedro Aguirre Cerda, donde conoce a escritores franceses como Pierre Mac Orlan y al crítico Francis de Miomandre. Posteriormente siguió sirviendo a la diplomacia, asumiendo cargos en Barcelona, Londres, Roma y Haití. En 1954 viaja a la Antártida, donde escribe “El continente de los hombres solos”. En 1954 regresa a Santiago, para acompañar la visita del político y novelista francés André Malraux, como edecán. Un año más tarde ingresa a la Academia Chilena de la Lengua, al año siguiente es enviado como diplomático a Turquía, tiempo que aprovecha para viajar a la India, Tahilandia y Vietnam. En 1964 regresa a París, donde reside hasta su jubilación en 1967. Ese mismo año recibe el Premio Nacional de Literatura, regresando al país. Murió el 27 de febrero de 1970 en Santiago, y de acuerdo a sus propios deseos sus cenizas fueron lanzadas al mar frente a las costas de Antofagasta.
Obra
Fue un escritor prolífico, incursionando en la novela, poesía, los cuentos, ensayos y el periodismo, con 22 libros publicados. En su obra es posible advertir una constante evocación al mar, donde se describen puertos, empinadas callejuelas, bares, cafetines, sus personajes son como capitanes, marineros, cargadores o estibadores, que normalmente son sanos, rudos, libres, soñadores porque están en permanente contacto con la naturaleza. Su primer libro publicado, el Barco ebrio, compuesto de 14 poemas, data de 1923. En 1930 publica su último libro de poemas, Las mareas del sur. Una de sus obras más conocidas, la novela Ruta de la sangre de 1935, cuenta con un prólogo de Augusto D’Halmar. En 1968 incursiona en la dramaturgia, publicando la obra de teatro La redención de las sirenas. No existe consenso entre los críticos literarios sobre clasificarlo dentro del Imaginismo o del Vanguardismo. Sin embargo, es reconocido como uno de los mayores exponentes de la literatura marítima de Chile. En la revista “Árbol de Letras” Nº 2, de 1968, Jorge Teillier le hizo una interesante entrevista.
Las siguientes son sus principales publicaciones:
• Barco ebrio (1923), poesía
• El último pirata (1925), relatos
• El matador de tiburones (1926), novela
• El café del puerto (1927), novela
• Los tripulantes de la noche (1929), cuentos
• Las mareas del sur (1930), poesía
• Lo que el tiempo deja (1932), cuentos
• Tres novelas de la costa (1934), novelas cortas
• Ruta de sangre (1935), novela
• Piel nocturna (1936), novela
• Norte y sur (1947), novelas cortas
• Mónica Sanders (1951), novela
• Valparaíso, puerto de nostalgias (1955), novela
• El continente de los hombres solos (1956), crónicas
• Rostros sin máscaras (1957), entrevistas
• Los amantes desunidos (1959), novela
• Los defraudados (1963), cuentos
• El incendio del astillero (1964), cuentos
• Andanzas por el desierto de Atacama (1966), crónicas
• Fuego en la frontera (1968), ensayo
• La redención de las sirenas (1968), teatro
• Crónicas de Oriente (1973), libro póstumo
Traducciones al francés:
• L’equipage de la nuit. Traduit par Georges Pillement. Introduction de Pierre Mac Orlan. F. Sorlot. Paris.
• Route de Sang. Roman. Traduit par Alfred Rosset. Edition du Bateau Ivre. Paris.
• Valparaiso, port de nostalgie. Traduit et préfacé par Francis de Miomandre. Ilustrations en coleurs de Picart-Le-Doux. Editions Au moulin de Pen-Mur. Paris.
• Ile Desolation. Traduit par Francis de Miomandre. La Revue des Deux Mondes. Paris.
• Monica Sanders. Traduit par Laure Guille. Plon. Paris.
2. A propósito de una solicitud de prólogo para uno de sus libros a Paul Valéry el año 1944. Le envía una carta en un tono fuerte a:
Señora Matilde Pomes,
No entiendo que se haya pedido ese prólogo a Paul Valéry. Él no sabe español… menos puede saber americanismos… Porque esto de entender las almas ajenas, amiga mía, no tiene nada que hacer el talento y la cultura. Yo soy una primitiva, una hija de país de ayer, una mestiza y cien cosas más que están al margen de Valéry. Pero eso no es todo: en cuatro ocasiones, dos reciente, me he burlado en artículos de prensa de la gente nuestra que se hace dar prólogos o críticos en Europa, a base de paga, y por gente que ignora sus libros y no sabe pizca de esta América. Un prólogo de Valéry me dejaría en un ridículo soberano. Nadie puede saber que yo no lo he pedido, que no lo he buscado. Por lo cual, cara Matilde, le pido, le ruego, le suplico, que usted, haciendo pagar a Valéry su prólogo, pues se trata de un trabajo ya hecho y el pago es legítimo como el que más, no incluya el prólogo y le explique al Ministro González lo ocurrido. Si no lo hiciera, me obligaría usted a algo muy feo: a cortar el prólogo de los libros uno por uno. Usted ya sabe que yo no he leído el texto; no se trata de que me espere alabanzas y de que esté defraudada: se trata de la honradez de campesina y de mujer vieja; yo no puedo aceptarlo.
3. Mathilde Pomès (1886-1977), hispanista, traductora y poeta francesa, discípula de Paul Valéry, publicó en 1928 su primer poemario, ‘Ferveur’ [Fervor], en el que incluye el poema ‘Pluie’ [Lluvia] con la dedicatoria: “A Manuel de Falla, dilecto hijo adoptivo de Granada, la sin par”. El ejemplar del libro, también dedicado por la autora, que recibió el músico se conserva en el Archivo Manuel de Falla en Granada. Como traductora, Mathilde Pomès se dio a conocer en Francia, y casi por extensión en Europa, no sólo a los poetas que integraron la Generación del 27, sino a otros autores e intelectuales de la talla de Miguel de Unamuno, José Ortega y Gasset o Ramón Gómez de la Serna, con quienes mantuvo correspondencia. Jorge Guillén, de quien se ha dicho en alguna ocasión que fue “el Paul Valéry español”, sintonizó especialmente con nuestra protagonista. El poeta vallisoletano escribió al poco de publicarse ‘Ferveur’: “De niña, Matilde Pomès contemplaba, cerca de los Pirineos, las nubes, ¿acaso españolas? […]. Esas nubes insinuaban una de las claves de su destino. Porque Matilde Pomès tenía que ser, no una amiga de España –título que suena feamente a política, y, por lo tanto, a ficción, ni siquiera una hispanista –nombre sólo profesional, sino la española de instinto”.
En el primer gobierno de Arturo Alessandri en 1920, se nombraron dos ministros radicales: el de Hacienda, Daniel Martner, y el de Interior don Pedro Aguirre Cerda. Desde ese cargo, que desempeñó ocho meses, le correspondió enfrentar el difícil conflicto social de la masacre de San Gregorio en 1921.
En 1924 volvió al gabinete como ministro del Interior, hasta cuando se produjo el "ruido de sables" y el posterior golpe militar; renunció a su cargo de ministro, y viajó durante un año por Europa.
El año 1922 José Vasconcello visita Chile invitado por el Gobierno de turno. Es ahí cuando Pedro Aguirre Cerda le propone a éste ilustre visita de México, a Gabriela Mistral para que apoye su movimiento de reforma educacional.
Entonces Gabriela sale el año 1922 con destino a México, y de inmediato se unió en el plan de la nación para la reforma de las bibliotecas y escuelas, e iniciar un sistema nacional de educación. Asimismo, presentó las bibliotecas móviles a las zonas rurales para que la literatura sea más accesible a los pobres.
Entretanto sus numerosos amigos y admiradores en los Estados Unidos propiciaron la publicación de su primera obra «Desolación», editada en 1922 en Nueva York, con los auspicios del Instituto de las Españas en Nueva York, cuyo Director era Federico de Onis. Cabe señalar que este libro se lo dedica con sentidas palabras a:
Al señor don
PEDRO AGUIRRE CERDA
y
a su señora doña
JUANA A. DE AGUIRRE
«a quienes debo la hora de paz que vivo»
G. M.
***
En estos cien poemas queda sangrando
un pasado doloroso en el cual la canción
se ensangrentó para aliviarme.
G. M.
En atención a la espléndida labor cultural de Gabriela Mistral desarrollada en el Extranjero, el gobierno de Chile obtuvo del Congreso la dictación de una ley, siendo Diputado el Radical don Gabriel González Videla, promulgada el 24 de septiembre de 1935, que creaba especialmente para la poetisa un cargo permanente de Cónsul de Profesión, siendo así el único funcionario consular que desempeñaba sus tareas en virtud de una ley especial. Acertada medida fue aquélla que significó el justo y merecido reconocimiento de nuestro gobierno a la inmensa labor, de alto prestigio para Chile desarrollada por la insigne poetisa en el extranjero.
Pedro Aguirre Cerda en 1934 logró que se concretara una iniciativa por la cual venía luchando desde hace algún tiempo: la creación de la Facultad de Comercio y Economía Industrial, de la Universidad de Chile, de la cual fue decano dos años después.
El día 5 de septiembre de 1938 un grupo de jóvenes pertenecientes al MNS se apoderó del edificio de la Caja del Seguro Obrero - hoy Ministerio de Justicia- , ubicado al frente del Palacio de La Moneda. En forma paralela, otro grupo se tomó la Casa Central de la Universidad de Chile. La respuesta esperada de un levantamiento militar que no ocurrió, y el intento de golpe de Estado fracasó. El hecho terminó con la masacre de los nazistas y con el reconocimiento por parte de Jorge González Von Mareés, de su responsabilidad, entregándose a la justicia. Carlos Ibáñez también asumió su responsabilidad y desde la cárcel renunció a su candidatura, solicitando a sus partidarios apoyar a Pedro Aguirre Cerda. Los nazistas, furiosos con Alessandri por la masacre de sus compañeros, le entregaron su apoyo.
En ese contexto político, Pedro Aguirre Cerda resultó electo Presidente de la República, con escaso margen de votos: un 50,46 por ciento de las preferencias, frente al 49,53 por ciento de Ross.
Con Pedro Aguirre Cerda, el Frente Popular inició en el país una etapa de tres administraciones sucesivas, en las que el Partido Radical fue dominante dentro de las coaliciones de gobierno, tanto con la izquierda como con los liberales.
Estando Pedro Aguirre Cerda de Presidente, convirtiendo su lema en realidad, “Gobernar es Educar”.
Durante su gobierno, recibió a los refugiados de la Guerra Civil Española, venidos en el barco “Winnipeg” que arribó a Valparaíso el 3 de septiembre de 1939 por iniciativa de Pablo Neruda y les ayudó en su instalación en el país. El Winnipeg arribó a Valparaíso dos días después del inicio de la Segunda Guerra Mundial en Europa (1 de Septiembre de 1939).
Gabriela Mistral solicita a su amigo un traslado concretándose en enero de 1940 y, fue trasladada como Cónsul a Niteroi, Brasil. En 1941, fue nombrada Cónsul General de Chile en Brasil, estableciéndose en Petrópolis, hermoso y pintoresco lugar situado en las montañas, a 75 kilómetros de la capital fluminense.
“Hay una montaña de desprestigio y
de ridículo en Chile echada sobre
las mujeres que escribimos”
G. M.
***
“Yo me gocé y me padecí las praderas patagónicas…
y las tengo por una patria doble y contradictoria
de dulzura y de desolación”
G. M.
***
Camino al Premio Nobel
Su candidatura había sido lanzada varios años antes como contara Gabriela Mistral:
-"Voy a contar cómo surgió", dijo en una entrevista concedida a la United Press.
-"La idea nació de una amiga mía, Ángela Velasco, de Guayaquil. Ésta escribió al extinto Presidente Pedro Aguirre Cerda sobre su idea. El señor Aguirre, que fue compañero mío como profesor y amigo, presentó mi candidatura a Estocolmo".
La campaña se intensificó a partir de 1939, cuando instituciones de toda América se unieron a la iniciativa.
El Presidente Aguirre Cerda impartió instrucciones precisas a su ministro en Francia, Gabriel González Videla. Pero este último tropezó con la dificultad de que la obra de Gabriela no era conocida en Suecia. La propia Gabriela le escribió a González Videla:
-"La Academia sueca no premia a autores que no conoce. Un escritor extranjero, para llegar a los académicos suecos, debe estar traducido al sueco y, a lo menos, al inglés o al francés... El poeta, mi querido Ministro, es la persona literaria menos traducida del mundo en forma de libro...".
Gabriel González Videla de inmediato encargó a Salvador Reyes Figueroa (1), Cónsul chileno en París, que buscara una editorial para publicar una recopilación de poemas de Gabriela traducidos por Matilde Pomás, y un prologuista. Para esta última tarea se eligió a Paul Valéry, quien alcanzó a escribir el prólogo. Pero éste no satisfizo a Gabriela (2), porque no podía darse un sentido más diverso de su poesía que la de Valéry. Ella misma sugirió a Francis de Miomandre como prologuista.
Entretanto, el principal escollo había sido salvado por el escritor Hjalmar Gullberg, quien tradujo al sueco los versos de Gabriela y los publicó y comentó en Estocolmo.
Pero una tragedia se vino encima nublando las almas del mundo; La Segunda Guerra Mundial impidió que se concediera el Nobel por cuatro años. Finalmente Gabriela Mistral fue galardonada en 1945. Era la quinta vez que se le concedía a una mujer y la primera que recaía en América del Sur. Su amigo Pedro Aguirre Cerda no alcanzó a ver su condecoración con el Premio Nobel, falleciendo el 25 de noviembre de 1941, sin poder terminar su periodo presidencial. El vicepresidente convocó a elecciones para febrero de 1942, en las cuales resultó elegido Juan Antonio Ríos.
"Para que la enseñanza pueda cumplir su misión social con toda amplitud es necesario que sea: gratuita, única, obligatoria y laica. Gratuita, a fin de que todos los niños puedan beneficiarse de la cultura, sin otras restricciones que las que se deriven de su propia naturaleza; única, en el sentido de que todas las clases chilenas unifiquen su pensamiento y su acción dentro de las mismas aulas escolares; obligatoria, pues es deber del Estado dar a todos los miembros de la sociedad el mínimo de preparación requerido por la comunidad para la vida cívica y social; laica, con el fin de garantizar la libertad de conciencia y hacer que nada perturbe el espíritu del niño durante el periodo formativo".
Pedro Aguirre Cerda, discurso presidencial del 21 de mayo de 1939
FIN
1. Salvador Reyes Figueroa
Copiapó 16 de agosto de 1889 - † Santiago de Chile, 27 de febrero de 1970. Premio Nacional de Literatura en 1967. Cursó sus estudios secundarios en la ciudad de Antofagasta, en el Instituto Comercial, iniciándose en la lectura de autores como Emilio Salgari, Alejandro Dumas, Julio Verne, Walter Scott y Sir Arthur Conan Doyle. En 1920 se traslada a Valparaíso, donde conoció al escritor Alberto Rojas Jiménez y participó de la bohemia y la vida nocturna de la ciudad. Dicho periodo quedó reflejado en su novela Valparaíso, puerto de nostalgia. En 1921 viaja a radicarse a Santiago, comenzando a escribir en las revistas Zig-Zag y Hoy, y en algunos periódicos, utilizando el seudónimo Simbad. En 1928 fundó la revista “Letras” junto a Ángel Cruchaga Santa María, Manuel Eduardo Hübner, Luis Enrique Délano y Hernán del Solar. La publicación, según algunos especialistas, reuniría a los mejores poetas y prosistas de su época. En 1939 comenzó su carrera diplomática, al asumir el cargo de cónsul en París durante el gobierno de Pedro Aguirre Cerda, donde conoce a escritores franceses como Pierre Mac Orlan y al crítico Francis de Miomandre. Posteriormente siguió sirviendo a la diplomacia, asumiendo cargos en Barcelona, Londres, Roma y Haití. En 1954 viaja a la Antártida, donde escribe “El continente de los hombres solos”. En 1954 regresa a Santiago, para acompañar la visita del político y novelista francés André Malraux, como edecán. Un año más tarde ingresa a la Academia Chilena de la Lengua, al año siguiente es enviado como diplomático a Turquía, tiempo que aprovecha para viajar a la India, Tahilandia y Vietnam. En 1964 regresa a París, donde reside hasta su jubilación en 1967. Ese mismo año recibe el Premio Nacional de Literatura, regresando al país. Murió el 27 de febrero de 1970 en Santiago, y de acuerdo a sus propios deseos sus cenizas fueron lanzadas al mar frente a las costas de Antofagasta.
Obra
Fue un escritor prolífico, incursionando en la novela, poesía, los cuentos, ensayos y el periodismo, con 22 libros publicados. En su obra es posible advertir una constante evocación al mar, donde se describen puertos, empinadas callejuelas, bares, cafetines, sus personajes son como capitanes, marineros, cargadores o estibadores, que normalmente son sanos, rudos, libres, soñadores porque están en permanente contacto con la naturaleza. Su primer libro publicado, el Barco ebrio, compuesto de 14 poemas, data de 1923. En 1930 publica su último libro de poemas, Las mareas del sur. Una de sus obras más conocidas, la novela Ruta de la sangre de 1935, cuenta con un prólogo de Augusto D’Halmar. En 1968 incursiona en la dramaturgia, publicando la obra de teatro La redención de las sirenas. No existe consenso entre los críticos literarios sobre clasificarlo dentro del Imaginismo o del Vanguardismo. Sin embargo, es reconocido como uno de los mayores exponentes de la literatura marítima de Chile. En la revista “Árbol de Letras” Nº 2, de 1968, Jorge Teillier le hizo una interesante entrevista.
Las siguientes son sus principales publicaciones:
• Barco ebrio (1923), poesía
• El último pirata (1925), relatos
• El matador de tiburones (1926), novela
• El café del puerto (1927), novela
• Los tripulantes de la noche (1929), cuentos
• Las mareas del sur (1930), poesía
• Lo que el tiempo deja (1932), cuentos
• Tres novelas de la costa (1934), novelas cortas
• Ruta de sangre (1935), novela
• Piel nocturna (1936), novela
• Norte y sur (1947), novelas cortas
• Mónica Sanders (1951), novela
• Valparaíso, puerto de nostalgias (1955), novela
• El continente de los hombres solos (1956), crónicas
• Rostros sin máscaras (1957), entrevistas
• Los amantes desunidos (1959), novela
• Los defraudados (1963), cuentos
• El incendio del astillero (1964), cuentos
• Andanzas por el desierto de Atacama (1966), crónicas
• Fuego en la frontera (1968), ensayo
• La redención de las sirenas (1968), teatro
• Crónicas de Oriente (1973), libro póstumo
Traducciones al francés:
• L’equipage de la nuit. Traduit par Georges Pillement. Introduction de Pierre Mac Orlan. F. Sorlot. Paris.
• Route de Sang. Roman. Traduit par Alfred Rosset. Edition du Bateau Ivre. Paris.
• Valparaiso, port de nostalgie. Traduit et préfacé par Francis de Miomandre. Ilustrations en coleurs de Picart-Le-Doux. Editions Au moulin de Pen-Mur. Paris.
• Ile Desolation. Traduit par Francis de Miomandre. La Revue des Deux Mondes. Paris.
• Monica Sanders. Traduit par Laure Guille. Plon. Paris.
2. A propósito de una solicitud de prólogo para uno de sus libros a Paul Valéry el año 1944. Le envía una carta en un tono fuerte a:
Señora Matilde Pomes,
No entiendo que se haya pedido ese prólogo a Paul Valéry. Él no sabe español… menos puede saber americanismos… Porque esto de entender las almas ajenas, amiga mía, no tiene nada que hacer el talento y la cultura. Yo soy una primitiva, una hija de país de ayer, una mestiza y cien cosas más que están al margen de Valéry. Pero eso no es todo: en cuatro ocasiones, dos reciente, me he burlado en artículos de prensa de la gente nuestra que se hace dar prólogos o críticos en Europa, a base de paga, y por gente que ignora sus libros y no sabe pizca de esta América. Un prólogo de Valéry me dejaría en un ridículo soberano. Nadie puede saber que yo no lo he pedido, que no lo he buscado. Por lo cual, cara Matilde, le pido, le ruego, le suplico, que usted, haciendo pagar a Valéry su prólogo, pues se trata de un trabajo ya hecho y el pago es legítimo como el que más, no incluya el prólogo y le explique al Ministro González lo ocurrido. Si no lo hiciera, me obligaría usted a algo muy feo: a cortar el prólogo de los libros uno por uno. Usted ya sabe que yo no he leído el texto; no se trata de que me espere alabanzas y de que esté defraudada: se trata de la honradez de campesina y de mujer vieja; yo no puedo aceptarlo.
G. M.
3. Mathilde Pomès (1886-1977), hispanista, traductora y poeta francesa, discípula de Paul Valéry, publicó en 1928 su primer poemario, ‘Ferveur’ [Fervor], en el que incluye el poema ‘Pluie’ [Lluvia] con la dedicatoria: “A Manuel de Falla, dilecto hijo adoptivo de Granada, la sin par”. El ejemplar del libro, también dedicado por la autora, que recibió el músico se conserva en el Archivo Manuel de Falla en Granada. Como traductora, Mathilde Pomès se dio a conocer en Francia, y casi por extensión en Europa, no sólo a los poetas que integraron la Generación del 27, sino a otros autores e intelectuales de la talla de Miguel de Unamuno, José Ortega y Gasset o Ramón Gómez de la Serna, con quienes mantuvo correspondencia. Jorge Guillén, de quien se ha dicho en alguna ocasión que fue “el Paul Valéry español”, sintonizó especialmente con nuestra protagonista. El poeta vallisoletano escribió al poco de publicarse ‘Ferveur’: “De niña, Matilde Pomès contemplaba, cerca de los Pirineos, las nubes, ¿acaso españolas? […]. Esas nubes insinuaban una de las claves de su destino. Porque Matilde Pomès tenía que ser, no una amiga de España –título que suena feamente a política, y, por lo tanto, a ficción, ni siquiera una hispanista –nombre sólo profesional, sino la española de instinto”.
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