jueves, 13 de mayo de 2010

Mario Artigas Contreras: "Pánico de Trinchera", año 2005









Poesía: Pánico de Trinchera, año 2006

Pánico de trinchera
A Edgardo Lagos, Days Huerta, Volodia Alarcón, José Ibáñez
y aquellos que jamás volverán de Nicaragua.

De yermo se ha llenado mi alma y mi cuerpo de óxido, cerco mi pecho en abstracciones y un enorme abismo en el dolor de mi alma enferma hundiéndose en la penumbra de los sueños.

En lo lejano de las cosas muertas y en lo aislado de mis amigos muertos en guerras que no nos pertenecían.

De esa quejumbrosa esquila ya distante que como luciérnagas ruidosas surcaban por el aire destrozando mis oídos en pánico.

Allá en el fondo de la selva colgados de los árboles se pudren los lúgubres ahorcados en cuerdas salpicadas de sangre bajo una tormenta.

Rayos enceguecedores descubren horribles calaveras, saliendo de mi guarida en la sierra y lobos acechando en las calles oscuras de la aldea.

Niños perdidos en los bosques llenos de espanto con sus caritas tristes en los claros de la luna bajo ese cielo cargado de lágrimas.

A quién le importa o recuerda esa fragancia de dolientes combatientes que se hicieron besos y caricias en momentos solidarios.

Una veintena de caídos y tan solo una docena de cuerpos repatriados en silencio sin homenajes ni fanfarrias.

Tumbas acicaladas en mi recuerdo sin poder compartir nunca más con los que quiero y me quisieron.

Sólo mis lágrimas tranquilamente desmantelan cándidas tumbas olvidadas, a esas tumbas decoro de gloria que el sol placido y puro apenas cobija.

Me espanto y me asomo al parque aún lleno de almas en pena y un pequeño reloj me señala las tres de la mañana.

La fuente alza su hilo de ayer y el pequeño reloj me señala las cuatro al son de una música triste que viene en el aire.

Reclinado en la baranda del ventanal, caricias de no sé qué fresco sonido de pájaros y dichas humedecen mis ojos.

Y me hundo de nuevo en el valle lejano en donde ha muerto la vida,
...donde el tiempo implacablemente desmigaja con olvido
esas tumbas lejanas.

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