lunes, 15 de febrero de 2016

Mario Artigas: Homenaje a Pepita Turina

Los hijos mellizos Karen y Carol, Pepita Turina y Oreste Plath

Pepita Turina

"Estoy en la injusticia natural del universo o del planeta en que vivo.  Así como un vegetal es gigantesco y otra pequeña hierba, así como entre los animales uno es león y otro hormiga, así como hay organismos invisibles que ni siquiera se alcanzan a ver con el microscopio, estoy en la injusticia natural de ser lo que soy".

A 30 años de la muerte de la escritora y figura de la primera generación de bibliotecólogas de Chile. Josefa Alvina Turina Turina (Punta Arenas, 1 de marzo de 1907 – Santiago de Chile 1 de marzo de 1986. Sus cenizas fueron esparcidas en el Estrecho de Magallanes). Fue una periodista y escritora de origen Croata1. Fue una importante Gestora Cultural: en la creación del Círculo de Difusión Cultural de Valdivia; La Semana del Arte y el Primer Salón de Bellas Artes en dicha ciudad. Recibió diversas distinciones como: Primer Premio Concurso Floral de las Fiestas Primaverales de 1935, por su obra “Prólogo de Primavera”.

-          El 2 de Febrero de 1945, circunscripción Moneda a las 16. 30 hrs., en Santiago de Chile, contrajo matrimonio con el escritor, folklorólogo e investigador Oreste Plath (César Octavio Müller Leiva, nació en Santiago 13 de agosto de 1907, falleció en Santiago 24 julio de 1996), de esta unión nacieron el 28 de marzo de 1946 la pareja de mellizos Karen Plath Müller Turina (hija) y Carol Plath Müller Turina (hijo). En sus hijos no quiso perder el Plath, seudónimo de su esposo escritor, y se los puso por segundo nombre-

Un Prisma de Pepita:
Hoy, como en otros tiempos, los matrimonios durables son un hecho.  Se dan hasta en los artistas, a quienes siempre se ha considerado quebrantadores de las normas establecidas, y de cláusulas y comportamientos poco ceñidos a la moral.  No ha sido por las leyes rígidas del matrimonio, ni por miedo al “qué dirán”.  Ninguna exigencia de ese tipo los ha inducido a mantenerse enlazados.  Unidos en el arte y en la vida, con permanencia, entran en esa categoría los actores de teatro Américo Vargas con Pury Durante y Lucho Córdova con Olvido Leguía.  Lucho Córdova, entrevistado un día en la televisión, dijo que le gustaría que murieran juntos, el mismo día.  Su deseo no se cumplió.  Ella le sobrevivió.  Fuera de que en Chile hay muchas parejas de “toda la vida” entre escritores en que ambos lo son, abundan otras en que la mujer o el marido no lo son, y que han mantenido y mantienen una firme unión matrimonial.  Pintores y escultores igualmente.  Músicos también.  ¿Dar nombres?  Uno de los más destacados matrimonios de escritores fue el de Pablo de Rokha con Winett de Rokha.  Él, vociferante poeta, transmisor de palabras fuertes y duras para todo lo que no fuera su mujer y su familia, le dedicó a ella no sólo su adhesión permanente de marido y de padre, sino las palabras más abundantes y de mayor relevancia de la literatura chilena.  Publicó inspirado en ella, prosa y poesía, describiéndola, destacándola, adorándola.  Formó con ella una familia narcisista.  En el libro “Morfología del Espanto”, en “Lengua y Sollozo” explica a sus hijos.
Entre los poemas “Canto del macho anciano”, “Epitalamio”, “Obsesión del Matrimonio Provinciano”, le dice a su mujer.
Winétt murió y Pablo de Rokha, unos años después, se suicidó, tal vez no solamente por su viudez, sino que sin Winétt, el insoportable mundo le arañó más.  Como viudo inconsolable escribió “Apoteosis”, excelsa prosa que reflejó su dolor.
Habría que insertar, no resumidas, las treinta y seis páginas (formato grande) que componen esta prosa gimiente, para comprender mejor la desesperación de un marido, que tras décadas de matrimonio, rezuma inconsolabilidad, dolor, ternura, recuerdo, belleza, amor, idolatría, adoración, y que en ella asegura: “la seguiré llamando hasta después de muerto”. 
APOTEOSIS, es el monumento funerario de un hombre pobre de dinero, incapaz de erigir una costosa arquitectura para su mujer muerta, pero que redactó esas palabras cumbres, en memoria de la bienamada.

Los Literatos chilenos (hijos de emigrantes) han dado muestras de agradecimiento a la tierra que los vio nacer, como es el caso de Gabriela Mistral (Vasca) en “Poema de Chile”. Pepita Turina entre sus cuentos infantiles se halla:

Descubriendo Chile

 Chile es un señor larguirucho que tiene despedazados los pies; vaya uno a saber por qué si nunca ha caminado. ¡Ah!, sí, me olvidaba, ha bailado, sí, sísmicamente con varias partes del cuerpo; los hombros, la cintura, las rodillas, pero no con los pies, que es lo único que se le ha despedazado. En sus movimientos danzarines se ha  destrozado su traje de adobe y tejas por ser antimoderno; en cambio, sus adornos de última moda arquitectural se los ha dejado intactos para gracia de su cuerpo geográfico que no figura en el mapa.
  El señor Chile se ríe del frío; baña su flanco Oeste en un mar Pacífico, visitado nada menos que por corrientes del Polo, y su flanco. Este lo restrega en las mismísima nevada Cordillera. La cabeza es lo único que tiende un poco al trópico y será por eso que se le suele calentar y  comete algunos disparates, como el de danzar, ¡a su edad!, aunque haya ingenuos que lo llaman Nuevo.
  Aunque Chile es un señor que se gasta el lujo de una serie bastante recomendable de climas y de paisajes lo suficientemente amables como para hacerse ricos con solo la explotación turística, se dedica más a agricultor, a viñatero bebedor; busca un mayordomo de viñas y se dedica a las extravagancias de ser del Frente Popular.
Algunos parásitos merodeadores de bolsillo, se sienten muy mal con ese “olor ha roto mugriento” y quieren invadir de protesta el cuerpo geográfico de este señor de pies archipielagescos, pero este indoamericano de visos aristocráticos y europeizantes, tiene un recio corazón de pueblerino y no se dejará vencer.

Pepita Turina, trabajadora de la Cultura y la Artes, se liga a otras “Mujeres” afanadas y preocupadas por la formación de los niños. En Santiago, se une a la Organización Internacional del Libro Infantil y Juvenil (IBBY). En 1954 Marcela Paz junto a Pepita Turina, Alicia Morel, Chela Reyes, Maite Allamand, Virginia Cruzat, Amalia Rendic y Lucía Gevert, inició una campaña que incluyó concursos de cuentos, creación de bibliotecas y visitas a los colegios. A Marcela Paz se le congratulo con el Diploma de Mérito, concedido por el Congreso Internacional de IBBY, que la incluyó en la Lista de Honor Hans Christian Andersen en 1968. El Premio Nacional de Literatura le fue otorgado el 11 de agosto 1982, transformándose así en la tercera mujer en recibir este galardón, antes entregado a Gabriela Mistral en 1951 y Marta Brunet en 1961. El jurado falló por unanimidad en:
“Atención a su dedicación especial al cultivo de la literatura en especial a la narrativa infantil; al hecho de haber creado un personaje literario (Papelucho) de alcances nacionales y universales; como una distinción a las numerosas mujeres que en nuestro país cultivan la literatura en forma sobresaliente”

Mario Reinaldo Artigas



1 Los emigrantes llegados a Chile en los siglos XVIII y XIX, aportaron con sus generaciones posteriores; hijos con un una entrega consagrada en la Literatura y las Artes. Como es el caso de los hijos de Croatas soñadores que llegaron a esta tierra en busca de nueva vida, al citar una de las nacionalidades que han hecho de Chile una Nación.